Si ignoramos la gingivitis y no la tratamos, la inflamación avanzará hacia la raíz del diente causando lo que se conoce como una “bolsa periodontal”. En la bolsa periodontal las bacterias tienen las condiciones ideales para desarrollarse y causar problemas.
La enfermedad periodontal afecta a las estructuras que sostienen el diente y éste comenzará a moverse a medida que el daño va avanzando. El problema con la periodontitis es que muchas veces los síntomas no aparecen hasta que la situación es realmente severa. Lamentablemente, el daño causado a las estructuras que soportan el diente es difícilmente reversible. La buena noticia es que, si cogemos la enfermedad a tiempo, su progresión se puede detener e incluso en algunos casos podemos llegar a mejorarla.
Para detener el avance de la enfermedad periodontal es muy posible que su dentista le recomiende someterse a un curetaje o limpieza profunda. El curetaje eliminará las bacterias de la bolsa periodontal y proporcionará las condiciones necesarias para que la curación se produzca.
El curetaje dental consiste básicamente en el raspado de las superficies de las raíces de los dientes realizado con unos instrumentos llamados curetas. Este raspado tiene como finalidad eliminar el sarro que se acumula en estas superficies para luego alisarlas y dejarlas libres de impurezas.
¿Cuál es la diferencia entre una limpieza rutinaria y un curetaje?
Existe cierta confusión sobre las diferencias entre una limpieza normal y un curetaje. En la limpieza ordinaria lo que se hace básicamente es eliminar el sarro de la superficie del diente. En el caso de un curetaje se profundiza mucho más, llegando hasta el fondo de las bolsas periodontales contaminadas y eliminando los depósitos de sarro que se forman por debajo de la línea de las encías.
La limpieza rutinaria, también conocida como profilaxis dental, es un procedimiento preventivo diseñado para eliminar la placa y el sarro acumulados en los dientes y encías. Su objetivo principal es prevenir caries y enfermedades periodontales. Este tipo de limpieza se realiza generalmente cada seis meses o según la recomendación del dentista, y consiste en raspar suavemente la superficie de los dientes y pulirlos para dejarlos lisos y brillantes. La duración del procedimiento suele ser de 30 a 60 minutos.
Por otro lado, el curetaje es un tratamiento más profundo que se lleva a cabo para abordar problemas periodontales más severos, como la gingivitis o la periodontitis. Su objetivo es limpiar las bolsas periodontales, que son espacios entre los dientes y las encías donde se acumulan placa y sarro. Este procedimiento implica el uso de instrumentos especializados para raspar y eliminar el sarro debajo de la línea de las encías y limpiar las bolsas periodontales. A menudo se realiza con anestesia local para asegurar la comodidad del paciente.
En resumen, la principal diferencia entre ambos procedimientos radica en su finalidad y profundidad. La limpieza rutinaria es un cuidado preventivo que se realiza regularmente para mantener la salud bucal, mientras que el curetaje es un tratamiento especializado para problemas periodontales avanzados, destinado a limpiar áreas más profundas de los dientes y encías.
¿Es doloroso un curetaje?
Dependiendo de la profundidad de las bolsas periodontales, de la cantidad de sarro acumulada en la superficie de la raíz y de la sensibilidad del paciente es posible que el profesional necesite anestesiar la zona para hacer el proceso menos molesto.
Normalmente si las bolsas periodontales no son muy profundas las molestias serán mínimas, incluso sin utilizar anestesia. La única sensación destacable puede ser la de “raspado físico” a medida que la zona se va limpiando y alisando.
Una vez que la superficie de la raíz del diente está libre de sarro, las probabilidades de que la encía se cure y se vuelva a adherir al diente son mucho mayores. Como resultado, bolsas periodontales profundas pueden verse reducidas tras someterse al tratamiento.

¿Cuánto tiempo lleva realizar un curetaje?
Normalmente cuando las bolsas periodontales son profundas y hay bastante sarro en las raíces de los dientes, el curetaje se suele dividir en cuadrantes (uno por cada sesión de trabajo). Por ejemplo, se puede limpiar el lado superior derecho de la boca un día y los otros tres cuadrantes en otras tantas sesiones diferentes. Esto permite que las sesiones sean menos duraderas y molestas que si se trabajara toda la boca en una sola sesión. Esto es especialmente aplicable a los casos en los que se necesita anestesia.
Es posible que el odontólogo introduzca antibióticos en la bolsa periodontal para desinfectar la zona y eliminar cualquier resto de bacterias.
¿Qué puedo esperar tras someterme a un curetaje?
- Las molestias pueden variar tras un curetaje, es de esperar que cuanto más profundas sean las bolsas periodontales más dolorida y sensible quedará la zona
- Los dientes pueden volverse más sensibles a los cambios de temperatura y ocasionalmente puede producirse algo de sangrado
- Medicamentos como el ibuprofeno van muy bien para aliviar las molestias pero el dentista puede recetarle calmantes más potentes si lo estima necesario
- El cepillado y la utilización de la seda dental se deben hacer de manera más suave para evitar dañar las zonas más doloridas. Es posible que tenga que hacer uso de un cepillo especial ultrasuave (sólo durante el tiempo que le indique su dentista)
- Su dentista o higienista dental puede recomendarle el uso de colutorios con clorhexidina
Cirugía Periodontal
Si la bolsa periodontal que se ha formado es inaccesible para el dentista o no se ha curado tras realizar un curetaje, es posible que sea necesario realizar una cirugía periodontal con anestesia para poder acceder a la zona y limpiarla.
La cirugía periodontal consiste en levantar la encía para limpiar y desinfectar la zona afectada y luego volver a ponerla en su sitio aplicando unos puntos de sutura para que cure correctamente.
La importancia de la prevención
Los curetajes y otros tratamientos periodontales se pueden evitar si uno es cuidadoso con su higiene oral. Una de las razones para acudir a las revisiones periódicas con el dentista es precisamente evitar este tipo de problemas.
Nuestro dentista o higienista dental le puedrán enseñar cómo realizar una buena higiene bucal así que no dude en pedírnoslo.
Conclusión sobre curetajes
El curetaje es un procedimiento dental esencial para el tratamiento de enfermedades periodontales, como la gingivitis y la periodontitis. Al eliminar el sarro y la placa acumulados en las bolsas periodontales, el curetaje ayuda a restaurar la salud de las encías y prevenir la progresión de problemas más graves. Este tratamiento no solo mejora la higiene bucal, sino que también reduce el riesgo de complicaciones futuras, como la pérdida de dientes.
Es importante destacar que, aunque el curetaje puede ser un procedimiento más invasivo que una limpieza rutinaria, su realización adecuada y a tiempo puede marcar una gran diferencia en la salud dental a largo plazo. Se recomienda a los pacientes mantener un régimen de cuidado bucal riguroso y asistir a chequeos regulares con su dentista para asegurar que cualquier problema periodontal sea detectado y tratado de manera oportuna.
En conclusión, el curetaje es una herramienta valiosa en la odontología que permite tratar y controlar enfermedades periodontales, contribuyendo significativamente a la salud bucal general y mejorando la calidad de vida de los pacientes. Al combinar este procedimiento con un buen cuidado personal y visitas regulares al dentista, se puede lograr una boca sana y un bienestar duradero.

Preguntas frecuentes sobre curetajes
¿Cómo quedan los dientes después de un curetaje?
Después de un curetaje, los dientes y encías pueden experimentar varios cambios que reflejan la efectividad del tratamiento y la mejora en la salud bucal. Uno de los cambios más notables es la limpieza visible de los dientes. El procedimiento elimina la placa y el sarro acumulados, especialmente en las áreas de difícil acceso, lo que resulta en dientes que se ven más limpios y suaves.
Otro aspecto positivo es la salud de las encías. Después del curetaje, muchas personas notan una disminución en el enrojecimiento y la inflamación de las encías, lo que indica que su salud periodontal está mejorando. Además, el sangrado de las encías al cepillarse o usar hilo dental suele cesar, lo que es un signo claro de que las encías están sanando.
Los pacientes también reportan una sensación de frescura en la boca y una mejora en su higiene dental general. Sin embargo, es normal que experimenten cierta sensibilidad en los dientes y encías después del procedimiento, especialmente al consumir alimentos fríos o calientes. Esta sensibilidad es generalmente temporal y tiende a disminuir con el tiempo.
A largo plazo, un curetaje efectivo puede contribuir a la estabilidad de los dientes y encías, reduciendo el riesgo de enfermedad periodontal y pérdida dental. En resumen, después de un curetaje, los dientes suelen estar más limpios y las encías más saludables, lo que representa una mejora significativa en la salud bucal de los pacientes.
¿Qué es la bolsa periodontal?
La bolsa periodontal es un espacio anormal que se forma entre los dientes y las encías debido a la enfermedad periodontal, como la gingivitis y la periodontitis. Se desarrolla cuando la inflamación de las encías provoca que se separen de los dientes, lo que resulta de la acumulación de placa y sarro. La profundidad de la bolsa se mide en milímetros; mientras que un espacio de 1 a 3 mm se considera normal, una profundidad de 4 mm o más indica la presencia de una bolsa periodontal, lo que puede ser un signo de enfermedad más grave.
Las bolsas periodontales a menudo son indoloras y pueden pasar desapercibidas hasta un examen dental. Pueden estar asociadas con síntomas como sangrado de encías, mal aliento y movilidad dental. El tratamiento puede incluir limpiezas profundas y mejoras en la higiene bucal, y en casos avanzados, pueden ser necesarios tratamientos quirúrgicos. Es crucial detectar y tratar las bolsas periodontales a tiempo, ya que si no se abordan, pueden llevar a la pérdida de hueso y dientes, comprometiendo la salud bucal general.
¿Qué no se debe hacer después de un curetaje?
Después de un curetaje dental, es fundamental evitar ciertas acciones para asegurar una recuperación adecuada y prevenir complicaciones. En primer lugar, se debe evitar fumar, ya que esto puede interferir con la cicatrización de las encías y aumentar el riesgo de infecciones. Además, es recomendable no consumir alimentos duros, crujientes o pegajosos durante los primeros días, ya que pueden irritar las encías tratadas.
También es importante abstenerse de realizar actividad física intensa durante al menos 24 a 48 horas después del procedimiento, ya que el esfuerzo puede provocar sangrado o hinchazón. Ignorar cualquier dolor o incomodidad significativa que no se alivie con los analgésicos recomendados puede ser un indicativo de complicaciones, por lo que es esencial comunicarte con tu dentista si esto ocurre.
Por último, aunque la higiene bucal es crucial, debes tener cuidado al cepillarte y usar hilo dental en las áreas tratadas, evitando cepillar directamente sobre las encías durante los primeros días. También es aconsejable no consumir alimentos o bebidas muy calientes en las primeras 24 horas, ya que podrían causar molestias en las encías sensibles. Siguiendo estas pautas, puedes facilitar una recuperación más rápida y efectiva.
¿Cuánto tiempo hay que esperar para comer después de un curetaje?
Después de un curetaje dental, se recomienda esperar al menos 1 a 2 horas antes de comer. Esto permite que la anestesia local se disipe, reduciendo el riesgo de morderse la lengua o las mejillas accidentalmente. Sin embargo, aquí hay algunas pautas adicionales a considerar:
- Alimentos suaves: Al reanudar la alimentación, elige alimentos blandos y fáciles de masticar para evitar irritar las encías.
- Temperatura de los alimentos: Evita consumir alimentos o bebidas muy calientes durante las primeras 24 horas, ya que pueden causar molestias en las áreas tratadas.
- Hidratación: Mantente bien hidratado, pero evita usar sorbetes o pajillas, ya que succionar puede interferir con la cicatrización de las encías.
- Recomendaciones específicas: Siempre sigue las instrucciones proporcionadas por tu dentista, ya que pueden variar según la gravedad del procedimiento y las condiciones individuales.
Siguiendo estas recomendaciones, podrás facilitar una recuperación adecuada después del curetaje.