Para que el cepillado de los dientes cumpla eficazmente su cometido, es preciso que se convierta en una rutina cotidiana al levantarse, después de cada comida y, nuevamente, antes de acostarse. La regularidad es determinante, ya que la placa bacteriana se forma de manera continua, y sólo eliminándola una y otra vez se podrá evitar su efecto nocivo.
Pero tan importante como respetar esta norma es proceder a una técnica adecuada: si el cepillado es incorrecto, no cumple su finalidad y, lo que es peor, puede resultar perjudicial, dañar los dientes e irritar las encías. Es importante que los padres conozcan cuál es la técnica correcta para el cepillado dental antes de enseñarlo a sus hijos, porque si el procedimiento no se aprende bien desde el principio, luego resulta difícil de corregir.
Mejor aún, pueden solicitar la colaboración del dentista, quien, con la ayuda de maquetas especiales, puede hacer más fácil y efectiva la comprensión de la técnica y, además, si es necesario, puede supervisar cómo la realiza el niño.
Merece la pena insistir en estos aspectos porque los estudios efectuados al respecto revelan que hay un amplio porcentaje de niños que no se cepillan los dientes con la frecuencia necesaria y que, incluso, entre los que lo hacen, hay muchos que no saben cepillarse correctamente.
Si se considera el cepillado como lo que es, una técnica, y se aprende a hacerlo bien, se tendrá la certeza de proteger la dentadura.

¿Por qué cepillarse los dientes es tan importante?
El cepillado regular de los dientes es importante porque ayuda a eliminar la placa y el sarro de los dientes. La placa es una capa delgada de bacterias que se adhiere a los dientes. Si no se elimina, puede convertirse en sarro, que es más difícil de quitar.
El sarro puede causar caries dentales y puede afectar el hueso que sostiene los dientes. Además, el cepillado regular de los dientes también puede ayudar a prevenir el mal aliento y mantener la salud general de la boca.
Es recomendable cepillarse los dientes al menos dos veces al día, por la mañana y antes de acostarse.
¿Por qué cepillarse los dientes después de comer?
La misión del cepillado es eliminar la placa bacteriana, donde se encuentran unos gérmenes que forman parte de la flora bacteriana de la boca y que, si bien no son patógenos, al degradar los azúcares procedentes de los alimentos elaboran unas sustancias ácidas que pueden deteriorar la superficie de los dientes.
Aunque la placa bacteriana se forma de manera continua, su acción más nociva se desarrolla después de comer, cuando la producción de ácidos es más elevada porque los gérmenes cuentan entonces con las sustancias nutritivas de las que también se alimentan. Por ello es fundamental cepillarse los dientes después de cada comida y antes de que pasen treinta minutos, que es lo que tardan las bacterias en producir sus secreciones ácidas.

El correcto cepillado de la cara externa.
La cara externa de los dientes se encuentra comparativamente en mejor situación que las otras, porque está en contacto con los labios y porque es más accesible al cepillado. Sin embargo, es la que más puede resentirse de una técnica incorrecta: han de cepillarse todas y cada una de las piezas dentales, por su cara externa, desde la encía y con un movimiento vertical de barrido, tanto para los dientes inferiores como para los superiores.
En el caso de los dientes inferiores, el movimiento debe comenzar en el límite de la encía y dirigirse de abajo arriba, hacia el borde libre
La cara externa de: Los dientes debe cepillarse con movimientos en sentido vertical, efectuando una acción de barrido.
Conclusión sobre cepillarse los dientes
Cepillarse los dientes de manera adecuada es fundamental para mantener una buena higiene bucal y prevenir problemas dentales como caries, enfermedad de las encías y mal aliento. Un cepillado eficaz debe realizarse al menos dos veces al día, utilizando un cepillo de cerdas suaves y aplicando la técnica correcta para alcanzar todas las superficies de los dientes. Además, es importante acompañar el cepillado con el uso de hilo dental y enjuague bucal para una limpieza más completa. Mantener una rutina de cepillado adecuada no solo garantiza una sonrisa saludable, sino que también contribuye al bienestar general, ya que una buena salud bucal está directamente relacionada con la salud del cuerpo.
Preguntas frecuentes sobre cómo cepillarse los dientes
¿Cuántas veces hay que cepillarse los dientes al día?
Se recomienda cepillarse los dientes al menos dos veces al día, idealmente por la mañana y antes de dormir. Es importante hacerlo después de las comidas principales para eliminar la placa y los restos de alimentos que pueden provocar caries y enfermedades de las encías. Algunos especialistas también sugieren cepillarse tres veces al día, después de cada comida, para asegurar una limpieza bucal más completa y eficaz.
¿Cuánto tiempo es el correcto para cepillarse los dientes?
El tiempo adecuado para cepillarse los dientes es alrededor de 2 minutos. Durante este tiempo, es importante asegurarse de cepillar todas las superficies de los dientes (superior, inferior, externa e interna), prestando especial atención a las zonas de difícil acceso. Cepillarse menos de 2 minutos puede no ser suficiente para eliminar la placa y los restos de alimentos de manera eficaz. Además, el uso de movimientos suaves y circulares con un cepillo de cerdas suaves contribuye a una limpieza más completa sin dañar las encías.

¿Qué no hacer al cepillarse los dientes?
Al cepillarte los dientes, es importante evitar cepillarse con demasiada fuerza, ya que esto puede dañar tanto el esmalte dental como las encías, provocando sensibilidad y recesión gingival. También se recomienda usar cepillos de cerdas suaves, ya que las cerdas duras pueden erosionar el esmalte y causar irritaciones. Además, es fundamental no cepillarse inmediatamente después de consumir alimentos ácidos, ya que el esmalte se debilita temporalmente; lo mejor es esperar unos 30 minutos.
Es crucial dedicar el tiempo adecuado al cepillado, que debe ser de al menos 2 minutos, asegurando que todas las superficies de los dientes estén bien cubiertas. No olvides cepillar la lengua y las encías, ya que también pueden acumular bacterias. Usar un cepillo de dientes desgastado es ineficaz, por lo que debes reemplazarlo cada 3 meses o cuando las cerdas se deterioren.
Finalmente, es esencial complementar el cepillado con el uso de hilo dental para limpiar los espacios entre los dientes, donde el cepillo no llega. Cepillarse correctamente, usando las herramientas adecuadas y sin apresurarse, ayuda a mantener una buena higiene bucal y a prevenir problemas dentales.
¿Cómo saber si mis dientes están limpios?
Para saber si tus dientes están limpios, pasa la lengua por su superficie; deberían sentirse suaves y lisos, sin rugosidades, lo que indica la ausencia de placa. Además, es importante que no haya restos visibles de comida entre los dientes, algo que puedes verificar con un espejo. Una buena limpieza también se refleja en la frescura del aliento y en la sensación general de limpieza en la boca.
Otro indicador clave son las encías sanas, de color rosado y sin sangrado al cepillarse o usar hilo dental. Si tus encías sangran o están inflamadas, podría ser señal de que necesitas mejorar tu higiene bucal. Mantener una rutina adecuada de cepillado, uso de hilo dental y enjuague bucal es esencial para garantizar una boca limpia y saludable.
¿Qué provoca no cepillarse?
No cepillarse los dientes de manera regular provoca la acumulación de placa bacteriana, una capa pegajosa formada por bacterias y restos de alimentos. Si esta placa no se elimina, se endurece y se convierte en sarro, que solo puede ser eliminado por un dentista. La acumulación de sarro contribuye a problemas más graves, como enfermedades de las encías y caries.
La falta de cepillado también aumenta el riesgo de caries dental, ya que las bacterias se alimentan de los restos de comida y producen ácidos que desgastan el esmalte dental. Esto puede provocar dolor, infecciones e incluso la pérdida del diente si no se trata adecuadamente.
Además, la acumulación de placa puede irritar las encías y causar gingivitis, una inflamación que provoca sangrado. Si la gingivitis no se controla, puede avanzar a periodontitis, una afección más grave que afecta las estructuras de soporte del diente y puede llevar a la pérdida de dientes.
Finalmente, no cepillarse los dientes contribuye al mal aliento (halitosis) debido a la acumulación de bacterias en la boca. La salud bucal deficiente también puede tener efectos en la salud general, aumentando el riesgo de enfermedades cardíacas, diabetes y otras complicaciones sistémicas.